La Paradoja de Nuestro Tiempo, reflexiones sobre lo que obtenemos en la vida y sociedad moderna y los valores que vamos perdiendo gradualmente. El matrimonio, la amistad, la sinceridad, la ambición, el éxito y la felicidad en estos días.
En distintos sitios de internet podemos encontrar versiones, muchas veces diferentes de un hermoso ensayo que trata sobre la vida en estos tiempos modernos y la pérdida de valores tradicionales, llamada: La Paradoja de Nuestro Tiempo.
Es una traducción de la obra "The Paradox of our Time", un ensayo del Dr. Bob Moorehead ex pastor de la Iglesia cristiana de Seattle Overlake.
Fue publicado en 1995 en Words Aptly Spoken, Dr. Moorehead's, una colección de oraciones y monólogos usados en los sermones y programas de radio, donde participaba el pastor.
En muchos sitios de internet se refiere como autores de esta obra a George Carlin, Jeff Dickson, el Dalai Lama o un autor anónimo.
El texto traducido lo compartimos en este artículo debido a su belleza, tratando de respetar todo lo posible el original en inglés.
Es una traducción de la obra "The Paradox of our Time", un ensayo del Dr. Bob Moorehead ex pastor de la Iglesia cristiana de Seattle Overlake.
Fue publicado en 1995 en Words Aptly Spoken, Dr. Moorehead's, una colección de oraciones y monólogos usados en los sermones y programas de radio, donde participaba el pastor.
En muchos sitios de internet se refiere como autores de esta obra a George Carlin, Jeff Dickson, el Dalai Lama o un autor anónimo.
El texto traducido lo compartimos en este artículo debido a su belleza, tratando de respetar todo lo posible el original en inglés.
La Paradoja de Nuestro Tiempo
Tenemos edificios más altos, pero temperamentos más cortos; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos.
Gastamos más, pero tenemos menos; compramos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas; más comodidades, pero menos tiempo.
Tenemos más títulos, pero menos sentido común; más conocimiento, pero menos juicio.
Hay más expertos, pero más problemas; más medicina, pero menos salud; más vitaminas pero más fiebre.
Bebemos y fumamos demasiado, gastamos imprudentemente, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos rápidamente, nos mantenemos despiertos hasta tarde, nos levantamos muy cansados, leemos muy rara vez, vemos demasiada televisión y no oramos casi nunca.
Hemos aumentado nuestra fortuna, pero reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y mentimos frecuentemente.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir la vida.
Hemos agregado años a la vida, pero no vida a los años.
Hemos ido a la luna y regresado, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el espacio interior.
Hemos hecho grandes cosas, pero no cosas mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminado el alma.
Hemos dividido el átomo, pero no nuestros prejuicios.
Escribimos más, pero aprendemos menos.
Planeamos más, pero logramos menos.
Hemos aprendido a correr, pero no esperar.
Tenemos más armas, pero menos paz.
Más ganancias, pero menos moral.
Más fiestas, pero menos alegría.
Más adquisiciones pero menos amigos.
Más esfuerzo y menos éxito.
Construimos más computadoras para tener más información que nunca, pero tenemos menos comunicación.
Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta; hombres altos, de carácter corto; de altas ganancias y relaciones superficiales.
Estos son tiempos de la paz mundial, pero de guerra doméstica; más ocio, pero menos diversión; más variedad de comida, pero menos nutrición.
Estos son días de dos ingresos por familia, pero más divorcios; de casas más elegantes, pero hogares rotos.
Estos son días de viajes rápidos, pañales desechables, moral desechable, de una sola noche; cuerpos con sobrepeso y pastillas que sirven para todo, para estar alegres, callados, hasta para matar.
Estos son días que se muestra mucho en la ventana, sin haber nada en la despensa.
¡Así son estos días!
Gastamos más, pero tenemos menos; compramos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas; más comodidades, pero menos tiempo.
Tenemos más títulos, pero menos sentido común; más conocimiento, pero menos juicio.
Hay más expertos, pero más problemas; más medicina, pero menos salud; más vitaminas pero más fiebre.
Bebemos y fumamos demasiado, gastamos imprudentemente, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos rápidamente, nos mantenemos despiertos hasta tarde, nos levantamos muy cansados, leemos muy rara vez, vemos demasiada televisión y no oramos casi nunca.
Hemos aumentado nuestra fortuna, pero reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y mentimos frecuentemente.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir la vida.
Hemos agregado años a la vida, pero no vida a los años.
Hemos ido a la luna y regresado, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el espacio interior.
Hemos hecho grandes cosas, pero no cosas mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminado el alma.
Hemos dividido el átomo, pero no nuestros prejuicios.
Escribimos más, pero aprendemos menos.
Planeamos más, pero logramos menos.
Hemos aprendido a correr, pero no esperar.
Tenemos más armas, pero menos paz.
Más ganancias, pero menos moral.
Más fiestas, pero menos alegría.
Más adquisiciones pero menos amigos.
Más esfuerzo y menos éxito.
Construimos más computadoras para tener más información que nunca, pero tenemos menos comunicación.
Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta; hombres altos, de carácter corto; de altas ganancias y relaciones superficiales.
Estos son tiempos de la paz mundial, pero de guerra doméstica; más ocio, pero menos diversión; más variedad de comida, pero menos nutrición.
Estos son días de dos ingresos por familia, pero más divorcios; de casas más elegantes, pero hogares rotos.
Estos son días de viajes rápidos, pañales desechables, moral desechable, de una sola noche; cuerpos con sobrepeso y pastillas que sirven para todo, para estar alegres, callados, hasta para matar.
Estos son días que se muestra mucho en la ventana, sin haber nada en la despensa.
¡Así son estos días!
No guardes nada para "una ocasión especial"
En varios sitios de internet se publica solo un resumen del ensayo anterior, al que se le agrega varias líneas motivadoras sobre la vida, que no forman parte del texto original, pero que vale la pena leer y reflexionar.
Por todo lo anterior te propongo:
No guardes nada "para una ocasión especial", porque cada día que vivas es una "ocasión especial".
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.
Pasa más tiempo con tu familia y no pierdas contacto con tus amigos
Come tu comida preferida...
Visita los sitios que ames...
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es solo para sobrevivir.
Usa tus copas de cristal...
No guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
Las frases "Uno de estos días" y "Algún día", quítalas de tu vocabulario.
Escribe aquella carta carta que pensabas escribir, o llama a las personas que pensabas llamar, "Uno de estos días".
Diles hoy a tus familiares y amigos, cuanto los quieres.
Cada día, hora, minuto, es especial.
Si estás tan ocupado que no puedes tomarte unos minutos para mandar este mensaje a alguien que tú quieras, y te dices a ti mismo que lo enviarás "Uno de estos días"
Piensa que "Uno de estos días" puede estar muy lejano o puede que tú no llegues nunca...
No guardes nada "para una ocasión especial", porque cada día que vivas es una "ocasión especial".
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.
Pasa más tiempo con tu familia y no pierdas contacto con tus amigos
Come tu comida preferida...
Visita los sitios que ames...
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es solo para sobrevivir.
Usa tus copas de cristal...
No guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
Las frases "Uno de estos días" y "Algún día", quítalas de tu vocabulario.
Escribe aquella carta carta que pensabas escribir, o llama a las personas que pensabas llamar, "Uno de estos días".
Diles hoy a tus familiares y amigos, cuanto los quieres.
Cada día, hora, minuto, es especial.
Si estás tan ocupado que no puedes tomarte unos minutos para mandar este mensaje a alguien que tú quieras, y te dices a ti mismo que lo enviarás "Uno de estos días"
Piensa que "Uno de estos días" puede estar muy lejano o puede que tú no llegues nunca...
Páginas relacionadas
❀ 100 lecciones sabias sobre los buenos sentimientos en la vida
❀ Mensajes sobre la generosidad, la bondad y los valores humanos
❀ Frases sobre la elegancia, la distinción y el estilo
❀ Críticas, burlas y sátiras sobre nosotros y este mundo nuestro
❀ Sarcasmos e ironías sobre la vida moderna y la sociedad que vivimos
❀ Frases sobre la educación, los valores, la clase y buen gusto
❀ Frases en defensa del Medio Ambiente y la vida en la Tierra
❀ Frases y opiniones sobre temas políticos y sociales
❀ Consejos y confesiones de un creyente en dios
❀ Mensajes sobre la generosidad, la bondad y los valores humanos
❀ Frases sobre la elegancia, la distinción y el estilo
❀ Críticas, burlas y sátiras sobre nosotros y este mundo nuestro
❀ Sarcasmos e ironías sobre la vida moderna y la sociedad que vivimos
❀ Frases sobre la educación, los valores, la clase y buen gusto
❀ Frases en defensa del Medio Ambiente y la vida en la Tierra
❀ Frases y opiniones sobre temas políticos y sociales
❀ Consejos y confesiones de un creyente en dios
Comparta esta página
Facebook
Twitter